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Mostrando entradas de abril, 2022

3.- HUAYNA CÁPAC CONSULTA A ADIVINO YAUYINO.

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  El Inca Huayna Cápac, también tuvo preferencias por los yauyinos. En una ocasión estando en Tumibamba (Ecuador), recurrió a los adivinos, entre ellos a un yauyino, para preguntarle sobre una visión que tuvo en los cielos cuando los conquistadores españoles pasaban por la Costa de Sudamérica. Leyenda: Estando Huayna Cápac en los Reales Palacios de Tumibamba, le llegaron noticias que nuevas gentes y nunca jamás vistas andaban en un navío en la Costa del Tahuantinsuyo, esta noticia despertó mucha preocupación en el monarca; era Vasco Núñez de Balboa que descubría para España el Mar del Sur (Océano Pacífico).          Una noche muy clara y serena, vieron que la luna tenía tres cercos: el primero era de color sangre; el segundo que estaba muy afuera, era de color negro que tiraba para verde; el tercero parecía que era de humo. Un adivino o mágico (Llayca), corrió y entró donde Huayna Cápac. Muy triste y casi sin poder hablar le dijo: “Sólo...

2.- EL HIJO DEL DIOS YAUYINO EN EL CUZCO.

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Cuando el poderoso Túpac Yupanqui gobernaba el imperio, tres pueblos se sublevaron: Alancuna, Calancu y Cachi. Al no poder derrotarlos se puso triste e hizo llamar a todos los dioses del imperio a la Plaza de Aucaypata (Cuzco).            Todos los dioses llegaron y no Pariacaca. Ante la impaciencia del Inca, Pariacaca mandó a su hijo Macahuisa y le ordenó: “anda tú; anda a escuchar”. Ya reunidos, cada Dios sentado sobre su anda, el Inca les pidió ayuda para esta guerra.            Ninguno de los Dioses prometía ayuda y permanecieron callados, entonces el hijo de Pariacaca, Macahuisa, habló: “Inca casi Sol mismo, yo iré donde tú quieras que vaya, pero eso sí, quédate tranquilo, aquí”. Luego alzó su antara de oro y tocó, su pincullo también de oro; su cabeza estaba cubierta por un gorro circular. La rueca que llevaba era de oro y su traje de color negro.       ...

1.- LA GUERRA DE LOS DIOSES WALLALLO Y PARIACACA.

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Cuentan que “Wallallo” era el Dios que vivía en la laguna al pie del nevado Pariacaca al cual los yauyinos sacrificaban en algunos tiempos del año niños y mujeres.     Cierta vez se le apareció en lo alto del pico de nieve un ídolo que se llamaba Pariacaca y les dijo: “No hagan eso de sacrificar a vuestros hijos y mujeres a Wallallo, sacrifíquenme a mí, que no quiero sangre humana sino que me sacrifiquéis sangre de animales de la tierra”, que los antiguos les llamaban llamas y ovejas, “con esto me contentaré”.   Los   naturales yauyinos respondieron “matarnos ha de a todos si tal hacemos a Wallallo”, y Pariacaca había respondido “yo pelearé con él y lo echaré de aquí”.     Durante tres días y tres noches pelearon Pariacaca y Wallallo. Pariacaca desprendía con toda su furia gran cantidad  de agua que se deslizaba de sus nieves y rebalsaba constantemente la laguna que no pudo resistir. Así el Dios Pariacaca logra vencerlo y lo echa a ...