3.- HUAYNA CÁPAC CONSULTA A ADIVINO YAUYINO.
El Inca Huayna Cápac, también tuvo preferencias por los yauyinos. En una ocasión estando en Tumibamba (Ecuador), recurrió a los adivinos, entre ellos a un yauyino, para preguntarle sobre una visión que tuvo en los cielos cuando los conquistadores españoles pasaban por la Costa de Sudamérica.
Leyenda:
Estando Huayna Cápac en los Reales
Palacios de Tumibamba, le llegaron noticias que nuevas gentes y nunca jamás
vistas andaban en un navío en la Costa del Tahuantinsuyo, esta noticia despertó
mucha preocupación en el monarca; era Vasco Núñez de Balboa que descubría para
España el Mar del Sur (Océano Pacífico).
Una noche muy clara y serena, vieron
que la luna tenía tres cercos: el primero era de color sangre; el segundo que
estaba muy afuera, era de color negro que tiraba para verde; el tercero parecía
que era de humo. Un adivino o mágico (Llayca), corrió y entró donde Huayna
Cápac. Muy triste y casi sin poder hablar le dijo: “Sólo Señor, sabrás que tu
madre la Luna como madre piadosa, te avisa que el Pachacámac, creador y
sustentador del mundo, amenaza a tu sangre real y a tu imperio”. Le daba malos
presagios. El Inca no se alteró para no demostrar debilidad, y dijo al adivino:
“anda tú que debes haber soñado esta noche esas bulerías y dices que son
revelaciones de mi madre”. Respondió el mágico que para creerlo podría ir a ver
las señales y consultar a los demás adivinos.
Cuenta la narración que el Inca salió
de su aposento y viendo las señales, mandó llamar a todos los mágicos y uno de ellos, que era de la nación Yauyu a
quien los demás le reconocía ventaja y superioridad, que también había mirado y
considerado los cercos, le dijo como el anterior adivino: “el primer cerco que
tu madre tiene, de color sangre, significa que después que tu hayas ido a
descansar con tu padre el Sol, habrá cruel guerra entre tus descendientes y
mucho derramamiento de tu sangre real, de manera que en pocos años se acabará
toda, de lo cual quisiera reventar llorando. El segundo cerco nos amenaza que
de las guerras y mortandad de los tuyos se causará la destrucción de nuestra
religión y república y la enajenación de tu imperio, y todo se convertirá en
humo, como lo significa el cerco tercero, que parece humo”. Huayna Cápac recién
se atemoriza y a fin de que sus súbditos no perdieran el ánimo dijo: “si no me
lo dice el mismo Pachacámac, yo no pienso dar crédito de vuestros dichos,
porque no es de imaginar que el Sol, mi Padre, aborrezca tanto su propia sangre
que permita la total destrucción de sus hijos”.
La prédica del adivino yauyino y de los demás, se haría realidad más
tarde cuando los españoles destruyen el Imperio Incaico.
FUENTE:
-Los Comentarios Reales, Tomo II, Inca
Garcilaso de la Vega. Adaptación del autor.
Nota.- En los textos escolares de
Historia del Perú, se registra que este hecho ocurrió en 1528, cuando Huayna
Cápac estuvo en Quito y Pizarro llegaba en su segundo viaje al río Santa y descubría
la existencia de un imperio.
Adivino yauyino en Tumibamba predijo a
Huayna Cápac la destrucción del Imperio Incaico.
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